Descripción
Uranio (publicado originalmente en 1999) es la gran obra de Marina Arrate, especialmente que cumplió veinte años en 2019 cuando es republicado por La Joyita.
Lo primero que presenciamos es el silencio. Un silencio interesantemente articulado, con unas páginas en blanco agregadas por la autora. Estas secciones silenciadas preceden cada una de las partes en que se divide la obra.
Es un texto enigmático, casi escrito en clave, dividido en tres partes que, a primeras, parece muy ecléctico. Sigue un orden inverso al que conocemos desde la mitología y los relatos bíblicos. Parte con el apocalipsis para volver al origen, a la pareja edénica. El gran valor simbólico de este gesto es que Uranio dentro de su propio orden y caos, nos presenta un origen como el del universo, como el de la Creación y destrucción de la tierra. “La ciudad muerta”. El ser humano, a través del lenguaje, tiene la potestad de nombrar todo lo que tiene alrededor. Sin embargo, solo encontramos cuerpos desmembrados, joyas esparcidas por doquier, en un amontonamiento de restos. Ese residuo es lo que es finalmente nombrable en el imaginario arratiano.
La pudrición poetizada en la primera parte de Uranio tal vez simboliza la pudrición tanto moral como económica de un no-nombrado Santiago—que reconocemos a través de referencias a importantes símbolos de la capital chilena. La inmoralidad que implica tener un pasado también innombrable, con restos humanos esparcidos, no reconocidos y las joyas adornando partes que nadie mira, claramente hacen hincapié en la futilidad del carnaval de los muertos.