Por Kath Leco C.
“Los referentes de la literatura juvenil, están escritos, generalmente, desde una visión norteamericana”.
Katherine Torres Castillo forma parte del mundo editorial desde el año 2001. Se considera amante de los gatos y creyente del horóscopo. Cuando tiene tiempo escucha música o revisa redes sociales y cuando no lo tiene, también. A los 10 años decide darle un buen uso a su computador y comienza a escribir por primera vez. Años después, se inscribe en un taller de narrativa en el BAJ y a mediados de 2017 participa en un fanzine con uno de sus relatos.
Tenía 16 años cuando envió el manuscrito de “Aprende a amar[te]” al concurso “Chicas Escritoras“, de Loba Ediciones.
Sinopsis del libro
«Desde que tengo memoria, volvemos de clases juntos: Nina, Mateo, Alfonso y yo. Hoy Al está diferente.»
A Al le gusta Lara (al menos eso cree). A Mateo le gusta Al (aunque jamás se lo diría). Lara quiere pololear con Al (porque ya es hora) y Nina solo quiere que no se desintegre su grupo de amigos (aunque le parezca casi imposible).
El amor no es tan fácil como en las películas. No hay una forma de hacer las cosas, no existen los finales felices y uno no siempre sabe lo que realmente siente. Esta es una novela sobre la amistad disfrazada de amor, el amor disfrazado de amistad y las complicaciones que surgen cuando uno solo está tratando de ser uno mismo.
Entrevista a la autora
¿Cuál fue tu inspiración para escribir este libro?
Todo el caos que ocurre en la adolescencia. Con el libro buscaba mostrar las distintas problemáticas que hay que afrontar a esta edad (amor, identidad, futuro, por ejemplo) y cómo afectan de alguna manera u otra forma en el grupo de amigos.
¿Los cuatro amigos de esta historia nacieron de alguna idea real?
Sí y no, digamos que tomé algunos rasgos de ciertas personas y cada personaje está cargado de eso, mezclado con sus propias actitudes. Es lo único “real” que tiene el libro.
Dentro de la historia, ¿cuál es tu personaje favorito?
Mateo, me gusta su personalidad, que vive y ya, sin hacerse mucho drama por las cosas que ocurren a su alrededor. Las afronta, pero no deja que le afecten (o lo intenta).
¿Escribirías una segunda parte?
Si lo hiciera, sería un epílogo de Nina, o la historia de varios años más adelante. Pero, sinceramente, no creo que sea necesaria una continuación, me siento conforme con cómo ha acabado todo el caos.
¿Cuál es tu mayor miedo como escritora?
Creo que “venderme al sistema” y escribir de lo que todo el mundo escribe solo porque es el boom. Siento que es una manera de perder la “identidad literaria” que nos vamos forjando según a quién leemos y qué escribimos.
¿Por qué decidiste escribir sobre temática LGBTIQ+?
Porque hace falta generar conciencia y normalizarlo dentro de la sociedad. Sé que hace falta mucho más, pero los tiempos van cambiando y sin darnos cuenta hay un mundo que se está quedando marginado. Aquí está mi granito de arena.
¿Cuál es tu percepción acerca del amor?
Ni yo la tengo tan clara. Creo que en cualquier relación (de amistad, amorosa o con el nombre que sea) debe haber confianza, diálogo o seguridad (sin generar dependencia) y respeto. Pero antes que todo debe primar el autocuidado y el amor propio.
¿Recibiste apoyo de tu familia al comenzar a escribir?
Cuando comencé a hacerlo costó bastante, pero luego con los años se dieron cuenta de que no me iban a convencer de ser ingeniera o algo así. Ahora todos están muy felices y orgullosos de tener a una escritora en la familia.
¿Cómo fue el proceso de publicar con Loba Ediciones?
El proceso en general fue muy constructivo y aunque haya sido un año y medio desde que todo comenzó, a mí se me fue volando. Además, las editoras (Dani y Mari) son muy pero muy simpáticas y amorosas, que nos dieron todo el apoyo al confiar en nuestros proyectos.
¿Siempre tuviste claro el rumbo de la historia?, ¿o tenías pensado otra cosa para el destino de los personajes?
En un inicio, antes de comenzar a escribir de hecho, Lara y Nina se iban a quedar juntas, pero me pareció un poco forzado así que lo descarté.
Dime una canción que identifique a tu libro.
How to love, de Cash Cash y Sofía Reyes. Además, pueden encontrar en Spotify una playlist con el nombre del libro para escuchar mientras lean.
Si tu libro fuera una película, ¿qué actores te gustaría que trabajaran en ella?
Me puse a buscar actores de las pocas películas que he visto, porque no conozco a nadie, pero estos son: Madison Davenport (Lara), Lucas Jade Suman (Alfonso), Katie Douglas (Nina) y Zachary Gordon (Mateo).
¿Te sientes identificada con algún personaje?
Con Lara, porque siempre necesita tener un plan de acción, para cualquier cosa y si algo se sale de control, se estresa muy fácil. Definitivamente soy yo.
¿Por qué decidiste usar modismos chilenos en tu historia?
Porque los referentes de literatura juvenil están escritos, generalmente, desde una visión de mundo norteamericana y aquí en el sur vivimos situaciones ajenas a esa realidad, con una carga cultural que no debe ser opacada ni despreciada.
¿Crees que la literatura chilena es apoyada en el país?
En general, no. Los libros masificados no siempre están escritos por autores chilenos, llevándose la atención y dejando de lado todo el talento que hay en el país.
Opinión del libro
[Alerta de Spoiler]
Cuando comencé a leer la historia, nunca esperé que tuviera un giro tan inesperado. Nos topamos con la historia de amor de Alfonso y Lara, para que luego todo cambie y se adentre en la temática LGBTIQ+. Eso me encantó.
Creo que la adolescencia está muy bien retratada y el descubrimiento de la identidad es la base fundamental de la historia.
Conocemos a cuatro amigos que desde pequeños consolidaron una amistad, pero el amor también les da la bienvenida. Un trío amoroso más una amiga que no quiere que el grupo se desintegre son las principales temáticas de la trama, como también, el futuro y vida que tiene cada personaje de la historia.
Admiro a la autora porque pudo conquistarme desde la página uno. Te topas con una empatía literaria, ya que es como si el autor retratara los momentos que has vivido y te hiciera recordarlos sin forzar este encuentro.
Esta historia me produjo nostalgia, como si el proceso de descubrir quién era hace cuatro años hubiera llegado a mi mente sin querer irse.
El libro está narrado con modismos chilenos, lo que lo hace divertido, pero que también podría dificultar la lectura a una persona de otro país. También, resulta novedoso que el libro tenga pantallazos de WhatsApp, brindándole una lectura más dinámica y divertida.
Me encantó y lo recomendaría mucho, sobre todo a los adolescentes que aún no entienden bien el amor o la identidad de ellos mismos. A las profesoras y profesores les recomendaría que lo hagan leer desde octavo básico hasta cuarto medio, porque ayudará mucho a que la juventud pueda generar un debate interno sobre quiénes son, qué quieren y cómo lo harán en el futuro trayecto de sus vidas.
Agradezco enormemente a Loba Ediciones y a Katherine Torres Castillo por darme la oportunidad de leerlo.